domingo, 10 de agosto de 2014

Mikel Arizaleta: «Agur, Karmele Zubiri!»

Hay muertes que, de vivas, nos dan las buenas horas, nos lustran la sonrisa, nos atan los zapatos con los que andar el día, nos rondan y nos cantan los sueños que aún amamos.

Son muertes tan poco moribundas que siempre están naciendo y así no tengan visa para el cielo o el aval de la ley para la gloria van a seguir estando con nosotros, memoria que respira y pan que se comparte, dichosamente vivas. (lahaine.org)

«Pese a todo, persistiremos», de Timoleón JIMÉMEZ (boltxe.info)
[Para] la gran prensa [...] las guerrillas son las responsables de haber iniciado la larga confrontación, y son las verdaderas y únicas responsables de todos los horrores sucedidos en el curso de ella. Mientras tanto se santifican los monstruos civiles y militares, que, por gozar de enormes peculios, tienen asegurada su respetabilidad.

«Sin solapar nada», de Borroka Garaia Da (BorrokaGaraiaDa)
El caso es que la teorización del marco autónomo creó una síntesis donde la lucha nacional no solapa a la lucha de clases, ni la lucha de clases solapa a la lucha nacional como pretendían estos sectores que abandonaron ETA. Sino que como afirmaba Argala son las dos caras de la misma moneda. Son la misma cosa. Una patria libre de hombres y mujeres libres. [...] El marco autónomo para desarrollar la lucha de liberación partía del reconocimiento de Euskal Herria como nación oprimida, y de la toma de conciencia nacional de la clase trabajadora vasca. Una lucha diferenciada, con su propio ritmo y características exclusivas
[...]
Han pasado bastantes años desde entonces y parece mentira que una parte grande de la izquierda española siga pensando en términos de imperio y no comprenda de una vez que los trabajadores vascos no son españoles ni franceses, sino única y exclusivamente vascos. Así como que haya vascos que crean que pueda tener éxito un proceso de liberación no comandado por la radicalidad de la clase trabajadora vasca en una lucha de contrarios.